La atorranta de mi cuñada terminó siendo flor de petera experta en chupar pijas y en tomarse toda la leche sin chistar.

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La puta de mi cuñada y yo venimos aprovechando los momentos que tenemos a solas para sacarnos las ganas en ausencia de nuestras parejas. La atorranta de mi cuñada coge como los dioses pero lo mejor que hace es, sin dudas, tirar la goma. La flaca me chupa la pija como una hembra en celo. Es capaz de comerse toda la poronga sin tener una sola arcada. Insluso siento cómo la cabeza de mi poronga le toca la campanilla pero la trola sigue abriendo bien la jeta para que le entre bien toda la chota entera por la garganta. Esta vez me chupó tan bien la verga que la premié llenándole la boca de puta de leche tibia y haciendo que la muy conchuda se la tomara toda y sin chistar.