Le rompí la cola a mi empleada, qué hermoso ojete tiene!

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La empleada que limpia en mi casa llegó tarde así que mi jermu me encargó que yo le diera las directivas para el día, mientras ella se iba a vestir para ir a laburar. La muy puta de la mucama cayó con un vestido cortito de noche y unas medias de red de trola, por lo que se notaba que la zorra venía de pasarla bien. Yo, que también quería empezar el día con todo, tiré sobre la mesa a la atorranta mientras le tapaba la boca para que no levantara la perdiz con mi jermu, y le abrí bien las gambas para poder cogérmela de parada sobre la mesa de mi casa. La putona agarró viaje y se dejó garchar bien por el orto mientras hacía esfuerzos por no gemir como una hembra alzada porque mi jermu podría volver en cualquier momento.