La putita de mi hijastra me chupa bien la verga aprovechando que la madre no está en la casa, y hasta se traga toda la leche.
Mi hijastra es una flor de zorrita que ya está en edad de que se la cojan por todos los agujeros. No seré yo quién desvirgue a esta putita y tenga quilombos con mi jermu, así que eso se lo dejo a otro que, como yo, tenga la pija dura con esta pendeja atorranta. Mientras espero a que la yegua en celo sea garchada por alguno, aprovecho los momentos en que la madre no está en la casa para sacarme las ganas con la pendeja putita y hacer que me chupe la poronga cada vez que se me canta el culo. Esta atorranta sabe chupar la pija como ninguna y hasta es capaz de comerse toda la chota de una, sin tener ni una sola arcada. Es tan hábil con la lengua, que con ella la leche me sale a litros y me aseguro de que la puta se la tome toda para no dejar rastros de lo que hacemos.