La china que vino a hacerme masajes a mi casa no me avisó que la cosa tendría final feliz cuando le pedí el turno.

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Llamé a esta china putona por recomendación de uno de mis amigos para que me fuera a hacer masajes a mi casa. Ando con una flor de contractura en la espalda y me pareció buena idea que una flaca y encima china me hiciera masajes y me sacara los nudos. Lo que no me avisó la atorranta cuando la llamé para pedirle un turno, era que este masaje que ella da viene con final feliz incorporado. Así sí que da gusto gatillar unos billetes para que una putita oriental vaya hasta tu casa y te entregue la argollita bien chiquita que tiene las chinas, sobre todo si además de hace un alto pete para el recuerdo.