Fui a Rosario por laburo y terminé garchándome a esta hembra en celo regalada mientras la filmo con mi celular.

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Esta puta rosarina es la recepcionista de la sucursal de Rosario de la empresa para la que laburo. Como me iba a quedar unos días en la ciudad por cuestiones del trabajo, aproveché para distenderme con esta zorra barata que, con una promesa de pasar a ser administrativa, enseguida agarró viaje para dejarme cogerla. Lo primero que hice fue llevarla al hotel donde me estaba quedando y ahí nomás sin mucha previa, la puse en cuatro sobre la cama y le enterré la pija en esa argolla toda mojada que parecía llamarme de lo dilatada que estaba. La puta la pasó muy bien mientras yo le iba rompiendo la concha con todas mis fuerzas y diciéndole que así iba a llegar lejos en la empresa.