Agarré in fraganti a esta puta robándose unos artículos de mi sex shop así que le dí a la trola de su propia medicina.

Cargando...

150

Esta atorranta no tuvo mejor idea que tratar de robar una tanga comestible del sex shop que tengo sobre la calle Lavalle. La flaca se pensó que no me iba a dar cuenta de lo que hacía pero las cámaras de mi local la estaban filmando en el momento justo en que se metió la tanga en el bolsillo. Ahí nomás la encaré y la muy atorranta me negó haber tomado algo que no le era propio. Es así que decidí darle una lección para que aprenda a no ser una chorra barata y la llevé hasta la parte de atrás de mi negocio. La senté sobre la silla y le ordené que se metiera la poronga de plástico más grande que tengo, toda entera por la concha o de lo contrario llamaría a la cana de una.