Mi jermu está embarazada de seis meses y tiene una calentura terrible que todo el tiempo me pide que me la empome.

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Desde que la guacha de mi jermu está embarazada no para de pedirme que le de pijazos por la concha y se la deje toda llena de leche. Como embarazada ya está, la verdad es que globito no hace falta usar así que trato de darle el gusto cada vez que puedo. Cuando llego del laburo es el momento en que la atorranta me espera detrás de la puerta, por lo general en bolas, lista para que me la coja sin mediar palabra. Ni hace falta que hagamos alguna previa porque la argolla de esta zorra está bien jugosa las 24 horas del día, preparada para que le entierren una poronga hasta el fondo de la cajeta.