Descripcion
La vecina de al lado necesita un hombre de verdad, y yo soy el indicado. Sólo tengo que rozarla un poco y listo.
Si algo me gustan de las maduras es que enseguida se mojan todas. Adoro como cae el jugo de la conchita mientras le meto toda la pija hasta el fondo. Nunca había escuchado gemir tanto a una mujer, se nota que el marido no le da lo que yo tengo. Es que siempre fui una persona muy generosa, es por eso que hoy le voy a dar todo lo que tengo, todo para ella sola.